Prólogo del libro “Brotes Pisoteados” (Kitty Sanders), por Jorge Trucco

En un mundo de periodistas hipócritas y temerosos que hacen de la corrección política su religión más venerada, es francamente refrescante y alentador encontrar alguien con el coraje de decir precisamente todo lo que piensa y de nombrar las cosas por su nombre, sin eufemismos, sin prejuicios, sin vueltas y sin anestesia.

He tenido el placer de poder colaborar con la periodista y autora Kitty Sanders en la edición de diversos escritos, y en todos ellos pude advertir ese don especial que ella constantemente muestra para decodificar la verdadera naturaleza -y sobre todo las verdaderas causas- de los fenómenos políticos, sociales y económicos, como así también para anticipar sus inevitables consecuencias.

La autora de este libro no tiene ningún temor en ir a fondo en temas duros  -esos temas de los que se suele no hablar-,  ni en poner en evidencia a los verdaderos responsables en toda su magnitud, y  sus reales motivaciones. A Kitty Sanders no le importa lo que puedan juzgar o prejuzgar acerca de ella; ella misma se autodenomina “periodista escandalosa” en referencia a algunos de sus escritos más duros. Nada la detiene, simplemente la movilizan su curiosidad apasionada, su interés por la investigación y su búsqueda de la verdad.

La autora capta muy claramente la esencia de lo que es el colectivismo y conoce perfectamente las consecuencias a las que lleva. Seguramente porque, al igual que Ayn Rand (Kitty Sanders también nació en Rusia), ha podido experimentar las consecuencias más extremas del colectivismo en carne propia. Lo cual probablemente haya sido lo que le dio esa capacidad de detección de los signos más sutiles e imperceptibles del colectivismo aun en esos lugares en donde se encuentra más solapado. Además demuestra conocer a fondo las múltiples formas que adopta: dictadura, totalitarismo, comunismo, socialismo, estatismo, populismo, misticismo, socialdemocracia, etc., etc., haciendo ver claramente que todas son esencialmente lo mismo, el sometimiento del individuo a lo colectivo.

Este es un libro revelador. Trae a la luz cosas y situaciones que la mayoría de las personas desconoce completamente. En este libro la autora profundiza sobre la juventud, lo valiosa que es, y lo manipulable y vulnerable que puede ser. Los gobiernos y los políticos lo saben muy bien, y es ése el fondo del problema.

Brotes Pisoteados es una serie de ejemplos de historias de juventudes truncadas por el estatismo, por los gobiernos, por los políticos, por los burócratas, en su afán de más poder y de perpetuarse en el mismo. La autora profundiza en todo lo referente a las organizaciones progubernamentales de jóvenes, revela su verdadera esencia y pone en evidencia las amenazas asociadas a este tipo de estructuras.

A través de un pormenorizado análisis el libro describe cómo nacen las organizaciones juveniles  progubernamentales, cómo son captadas por los gobiernos, y cómo dichas organizaciones jugaron (y juegan) un papel muy oscuro en la historia de sus países.

“Los jóvenes son fáciles de explotar y  abusar”, afirma la autora, y “no tienen ni la sabiduría ni la experiencia en los métodos de los políticos, por lo que pueden ser fácil objeto del lavado de cerebro para obtener su lealtad”.

La autora explica acertadamente en qué consiste la participación de los jóvenes en el mercado y por qué quedan fuera de él en el momento que son cooptados por el gobierno, a partir del cual quedan en un estado de dependencia eterna y sin retorno.

Esta obra muestra la capacidad investigativa de la autora a través de un descarnado análisis comparativo de los hechos históricos, en diversos países, acerca de los movimientos progubernamentales de jóvenes desde su comienzo idealista inspirado en los “scouts” hasta su participación en los hechos más aberrantes que se puedan concebir. Y, sobre todo, el uso totalmente  inescrupuloso que los gobiernos han hecho y continúan haciendo de las juventudes de sus países, con todas sus innumerables consecuencias horrorosas, las que implican toda clase de calamidades tales como la pérdida total de valores propios,  la ineptitud, la inadaptación, la insolvencia, el miedo, la confusión y una casi total incapacidad de pensar por sí mismos o de cuestionar. La increíble similitud en el accionar de los diferentes gobiernos de signo estatista/socialista/fascista es extremadamente sorprendente y está lejos de ser casual, afirma la autora. El colectivismo ha hecho de la manipulación una ciencia.

La autora también delata claramente la naturaleza del estado cuando expresa: “Tal es la lógica inmutable del desarrollo estatal: una vez que comienza su expansión ya no se detiene. Toma el control de más y más estructuras y riquezas, crece en tamaño, empuja a sus oponentes afuera del mercado y luego, si puede, los destruye”. Y sigue… “Sería un error suponer que las tendencias de los estados actuales a buscar su expansión hayan cambiado. De ningún modo. Todavía ven a los ciudadanos como a sus súbditos y buscan formas de convertirlos en esclavos. En lo único que el estado ha cambiado es en el hecho de que suavizó su retórica y sus métodos”.

Interesantemente la autora diferencia los estados expansivos de aquellos no-expansivos, describe acabadamente la participación fundamental de las juventudes progubernamentales en el desarrollo de los estados expansivos, y se propone explicar a través de un análisis detallado, cómo detectar cuando un estado tiene tendencias expansivas. La gran cuestión quizás sea si es posible que aquellos estados que no muestran tendencias expansivas, puedan permanecer sin ellas eternamente, o si simplemente son una mera “bomba de tiempo”.

De cualquier manera, éste es un libro revelador, apasionante, y de lectura atrapante. El mundo sólo se cambia con las ideas y el conocimiento, y este libro constituye, a mi juicio, una gratificante contribución para ese cambio.

Jorge Trucco